Foto de Héctor J. Cámpora junto a Juan Domingo Perón en el avión que lo trae de regreso.

vivir en los ´70

Historia de una vida en el exilio junto a Héctor J. Cámpora

«Vivir en los ´70. Un tiempo para recordar» narra en primera persona la historia de un militante político exiliado durante la última dictadura militar. Francisco Felipe Yofre pide asilo en la embajada de México en Buenos Aires, luego de vivir en la clandestinidad, con el fin de exiliarse. Una vez instalado en el Distrito Federal, retoma el contacto con el ex presidente Héctor J. Cámpora – también exiliado y perseguido por la Dictadura Militar -, con quien mantiene una relación de militancia y amistad.

«Allí nació la necesidad de relatar las experiencias que viviera durante mi militancia a fines de la década de los ’60 y comienzos de los ’70». Aún en México escribe la novela Recuerdos de la Juventud Maravillosa, que permanece inédita y cuyos textos son la base de Vivir en los ´70.

«Fue necesario que transcurrieran más de treinta años para poder poner los hechos por escrito y darlos a conocer públicamente, ya que sólo el paso del tiempo permitió abrir el necesario espacio de reflexión y autocrítica que los alejara de interpretaciones interesadas», prologa el autor.

El libro fue publicado en 2016 por Ediciones del Boulevard. Actualmente se puede conseguir en algunas librerías y plataformas de venta por internet, pero Francisco Yofre fue más allá, motivado por el anhelo de que sus textos sirvan como objeto de estudios futuros. «Nunca me impulsó la necesidad del éxito comercial del libro, pero si que dentro de 15 o 20 años exista material para algún estudiante o investigador que quiera conocer detalles de esas épocas».

Por ello, Vivir en los ´70 está disponible para descarga gratuita bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC-ND 4.0).

Descarga gratuita

Francisco Felipe Yofre y Héctor J. Cámpora

Francisco Felipe Yofre

Nació en Paraná en 1948. En su adolescencia residió en Bahía Blanca y en 1967 se mudó a Córdoba, donde inició sus estudios superiores en la Universidad Católica.

En la convulsionada década del 70 fue dirigente del movimiento estudiantil. En 1973 integró el Secretariado Ejecutivo de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) alejándose en 1975 al no compartir el nuevo rumbo de la organización.

Perseguido por la D2 y el Comando Cáceres Monié, vivió en la clandestinidad hasta julio de 1976, cuando se asiló en la Embajada de México en Buenos Aires. Ese año el gobierno militar le extendió el salvoconducto y debió exiliarse en México DF. Allí formó parte del equipo asesor del ex presidente Héctor J. Cámpora, de quien además fue amigo personal.

A su regreso al país en 1984, después del restablecimiento de la democracia, decide radicarse definitivamente en Córdoba, ciudad en la que reside hasta la actualidad. Se graduó de Abogado en la Universidad Nacional (UNC) a la vez que continuó con su militancia política en el peronismo. Fue Congresal del Partido Justicialista de la provincia, integrante de la Junta Electoral y apoderado de la fórmula presidencial Antonio Cafiero – José Manuel De La Sota en Córdoba, La Rioja y Catamarca, entre otros.

En 1989 fue designado Jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Asuntos Latinoamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación. Entre 1998 y 2001 fue Jefe de Asesores de la Confederación General Económica (CGE) y de 2006 a 2016 dirigió la Gerencia de Empleo y Capacitación Laboral, delegación cordobesa del Ministerio de Trabajo Nacional.

Además fue consultor de la UNESCO y del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de la Unión Europea y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en temas de integración, producción y tecnología.

Es autor de Recuerdos de la Juventud Maravillosa (inédito), La hora del perdón, La vida pública de los Yofre en la Argentina y Vivir en los ´70. Actualmente trabaja en su cuarto libro.

Enlaces y Otros Escritos

Ediciones Digitales de Vivir en los ´70

Francisco Felipe Yofre firmando un libro

¡Usted FIrma mi sentencia de muerte!

…dije a los gritos apoyando mi dedo índice en el pecho del cónsul López Lira.

¡Yo no firmo ninguna sentencia de muerte! -me contestó
también gritando el cónsul, quien acababa de comunicarme su
decisión de no otorgarnos asilo. Con el rostro demudado por la gravedad de mi imputación, el hombre dio un paso atrás. Mi dedo repiqueteaba en su pecho y por un instante el silencio se apoderó del recinto.

Todas las miradas se concentraron en nosotros. Los cuatro federales de la custodia, que presenciaban la escena desde el palier que daba acceso al consulado, sólo esperaban una señal para caer sobre nosotros y detenernos.

Insistí en mi acusación y volvió a negarlo, aún con más énfasis, como si quisiera convencerse a sí mismo de que su rechazo a concedernos asilo era sólo una cuestión administrativa.

Entonces, más sereno pero con igual determinación, le dije:

—Usted firma mi sentencia de muerte y la de todos los que estamos en esta sala de espera.

(Primeros párrafos de Vivir en los ´70)